Si tuvieramos que definir con dos palabras, esta nueva edición de las Cicloturistas del Club El Piñonazo del Coronil, sin lugar a duda serían: VIENTO y GARBANZOS. Vaya por delante nuestro agradecimiento al esfuerzo organizativo realizado por los compañeros coronileños. Esta es la crónica:
Un poco más temprano de lo habitual y desde el lugar de costumbre (Casa de la Cultura), la FurgoSanti junto con varios vehículos muniguenses, tomaron ruta hacia El Coronil. Previamente realizamos dos paradas: una a la entrada de Tocina para recoger a Pepín, Gabriel, Encarni y Luis y otra para desayunar en Montequinto donde nos esperaba Juan Manuel.
Una vez aparcamos frente al Parque del Barranco, lugar de partida de la Marcha, nuestra recien estrenada bandera muniguense, ondeó entre las decenas de compañeros/as participantes hasta el inicio de la misma a las 09:30 horas.
Primeramente realizamos un breve recorrido urbano para abandonar la localidad por la Vereda de Las Aguzaderas donde tras 03 kms de marcha, llegamos al imponente Castillo de Las Aguzaderas, construcción de orígen árabe del siglo XV. Tras una breve parada donde pudimos contemplar los exteriores del mismo, continuamos la marcha con un viento que aunque molesto, no fue nada en comparación con lo que vendría.
Una vez dejamos atrás el Cortijo de La Carrascosa empezamos con las primeras subidas por suaves lomas de tierras arcillosas hasta llegar al Cordel de Arcos a Arahal, donde una vez pasamos el Cortijo de Churriana, realizamos otra parada de reagrupamiento para iniciar el recorrido del tramo libre.
A partir de aquí el recorrido se hizo algo más intenso con continuos vaivenes y sobre todo por la crudeza con la que viento nos golpeaba. Pasado el Cortijo de Los Algarves nos encontramos con otra bifurcación para continuar con el tramo libre o cicloturista, hasta la llegada al lugar de avituallamiento en La Atalaya.
Los que continuaron por el tramo libre, se encontraron con una pared de casi el 23 % hasta coronar La Atalaya y los que lo hicieron por el cicloturista, tuvieron otro repechito curioso hasta llegar al Cortijo Chico de Herrera.
Al final, los dos grupos pudieron disfrutar con los ya famosos Barquitos del Coronil del avituallamiento y con las impresionantes vistas del Pantano Torre del Águila, aunque entumecidos con el intenso frío que nos caló hasta los huesos.
Reanudada la marcha por la misma cuesta que tuvieron que subir los compañeros del recorrido libre, recorrimos parte de la Vereda de Las Mantecas y Coripe, hasta llegar al penúltimo reagrupamiento con motivo del paso por la Carretera A-375. Cruzada la carretera, realizamos el último tramo de la marcha bajo una ligera lluvia, hasta llegar a El Coronil junto a un extenso huerto solar.
Ya en las puertas de la localidad y una vez reagrupados, realizamos otro breve recorrido para llegar al Recinto Ferial, donde protegidos de la lluvia pudimos disfrutar de un exquisito y gratificante Potaje de Garbanzos, rico-rico y calentito-calentito compuesto de las famosas legumbres del municipio.
Para finalizar, y como sorpresa de la jornada, tuvimos el honor de llevarnos el PREMIO AL CLUB CON MAYOR PARTICIPACIÓN y que como no podía ser de otra forma, consistió en Dos Saquitos de Garbanzos y Dos Bolsas de Embutidos. Amén de los premios que a título personal, se llevaron en el sorteo, los compañeros Pepín y Encarni.
Lo dicho: Viento y Garbanzos.
Y nuestra gratitud por el exquisito trato recibido a los compañeros del Club El Piñonazo de El Coronil.
! Hasta el año que viene !
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