Acogida con escepticismo por ser la primera vez que se organizaba, hemos sido testigos del buen hacer del Club Los Cuesta Abajo y de la Hermandad de la Vera-Cruz de Aznalcázar. Hemos quedado maravillados, tanto por la buena organización como por los paisajes recorridos. Esta es la crónica:
A las 07:30 de la mañana y con bastante fresquito en el cuerpo, nos pusimos en marcha desde Villanueva: el que suscribe, Pedro QuietMan, Pakito y Fernandito, calléndose de la lista por motivos laborales Boni y Alejandro hacia la localidad de Aznalcázar. En la Gasolinera de Tocina paramos para recoger a Gabriel y a Pedro.
Después de nuestro desayuno equilibrado y bajo en calorías ( churros con chocolate ) seguimos en marcha por la A-49 hasta Benacazón y posteriormente llegamos a Aznalcázar, donde nos llevamos un sustillo al ver que fuimos los primeros en llegar y todavía no había nadie por el Recinto Ferial.
Poco a poco fueron apareciendo los componentes de la Hermandad de la Vera Cruz que comenzaron a entregar los "mini-dorsales" y el respectivo tikect-alumerzo. Sobre las 10:15 horas y siendo alrededor de 200 los participantes, comenzamos la I RUTA CICLOTURISTA DE AZNALCÁZAR.
Breve recorrido urbano para salir directamente de la localidad junto al Centro de Interpretación del Corredor Verde. Ya en el Corredor Verde del Guadiamar el grupo comenzó a estirarse quizás más de la cuenta. El coche de cabeza comenzó a acelerar consiguiendo que algunos participantes se rezagaran.
El primer reagrupamiento tuvo lugar en un emblemático lugar: El Vado de Quema. En este punto coincidimos con peregrinos que se dirigían hacia la Aldea almonteña y con varios cicloturistas que por libre querían disfrutar del bello paraje.
Tras la casi obligada fotografía junto a la representacion de la Blanca Paloma, nos pusimos de nuevo en marcha para abandonar poco a poco el Corredor Verde y adentrarnos por los maravillosos Pinares de Aznalcázar.
Fuimos discurriendo por lugares de una belleza extrema que gracias a las lluvías de estos últimos días, desprendían embriagadoras fragancias y exhibían resplandecientes tonalidades verdosas. Incluso los carriles de arenas, antes peligrosos y movedizos, se encontraban bien compactados y con un firme excelente.
Llegamos al lugar del avituallamiento a un ritmo algo excesivo para alguno de los participantes y seguimos disfrutando de las vistas que nos ofrecían los maravillosos pinares aznalcazareños. Aprovechamos para charlar y comentar la jornada con los Hermanos Hispabikers y con el Club El Último Repechito de Alcalá del Río. Mientras Fernandito ejercía de excelente Relaciones Públicas con las jóvenes lugareñas.
Finalizado el refrigerio, seguimos por caminos algo más abruptos y por zonas que nos obligaban ir a fila de a uno. Poco a poco fuimos acabando con los 45 kms que conformaron la marcha, para llegar a la meta en el Recinto Ferial.
Allí nos esperaba una maravillosa paella con todos sus habíos e incluso nos ofrecieron gentilmente una botellita de Mosto del lugar.
Sin lugar a dudas, recogeremos esta cita para nuestro Calendario Anual y volvemos a reiterar nuestra más sincera enhorabuena a los Organizadores, por su amabilidad y por el trabajo realizado.
Un abrazo hispabiker a todos los hermanos Munigua, fue un placer rodar con vosotros. Hasta la próxima
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